Tríptico de los siete inviernosTres en uno

Tríptico de los siete inviernos son tres libros de poemas en un solo volumen, que pueden ser leídos de forma independiente y en cualquier orden. Para los lectores de poesía, conseguir tres libros por solo 9 euros es, sin duda, una oferta interesante.
El primer libro se titula Desahogos. Los poemas avanzan en una especie de espiral de fuera hacia dentro, desde la vida superficial del poeta: su trabajo, la oficina, la crisis económica… hacia la vida interior de los afectos, los deseos, la conciencia de sí mismo y la raíz de las creencias. La poesía brota como el vapor por la válvula a presión de una vida tensada por el ritmo frenético de un ritmo laboral muy exigente. Un ritmo de vida que hace olvidar lo que es de verdad la vida: “Cadáveres podridos se visten de traje y corbata,// se reparten el futuro de una tumba,// invierten en acciones del infierno// y se frotan las manos” (Reunión de trabajo).

 

El segundo libro, bajo el nombre de ¿Dónde está la esperanza?, esconde, en la apariencia de una colección de poemas, un único y largo poema, donde los títulos podrían ser rótulos informativos de un continuo monólogo. La voz del poeta comienza su camino desde la más oscura desesperanza, va recorriendo las propuestas de la sociedad moderna: la política, el dinero, la ciencia… pero todo le decepciona. A partir del poema En los niños habita, la voz poética comienza a encontrar una luz que va marcándole el camino de salida y la meta: “Pero sólo mirarlos es tan grande:// mirarlos con los ojos que nos miran,// reflejándolo todo. Es tan hermoso”.

 

Artículo relacionado:  Las propuestas de la señorita Prim

El tercer libroHuérfanos poemas, es una auténtica colección de poemas diversos, agrupados por temática. La vida interior, el paisaje, el trabajo, la fe y el amor sujetan cinco ramilletes de poemas con los que el lector puede entretenerse, sin más ambición que saborear los que le gusten. “¿Dónde nace la luz de primavera// que llena mi ventana y me encadena// al gozo de volar con la mañana?” (Amanecer en Primavera)

 

El estilo es sencillo y a la vez profundo, un verso rítmico que se lee con facilidad pero que, al mismo tiempo, deja abierta una brecha de incertidumbre que invita al lector a volver, a repasar algo que no se pudo ver con claridad, algo misterioso que está escondido detrás de los árboles que bordean el bosque.

 

El ritmo es protagonista, hasta tal punto que algunos poemas pueden pasar por canciones, como el así denominado Canción del financiero (de renovada actualidad en momentos de crisis económica) o como el titulado Mi pequeño hermano. Poemas filosóficos, intimistas, místicos o costumbristas se van alternando en los diversos estadios de libro, convirtiendo en momento poético circunstancias tan diversas como un despido, un vendaval de otoño, una reunión de trabajo, unos niños que juegan o el extenso paisaje de La Sagra toledana.

Artículo relacionado:  “Nudo de víboras” de François Mauriac

 

Los poemas surgen en este libro como una flor silvestre que nació en la tierra acumulada junto al bordillo de la calle de la vida, se alimenta de desperdicios y se riega con chubascos inesperados, pero llevan dentro el latido de un corazón. Por eso el autor invita a su lectura: “Te regalo esta flor // que late entre las ajadas hojas de un cuaderno”.